Lluvia de metal

Hace frío y está lloviendo. Acabo de aparcar el coche y, sin embargo, en vez de huir despavorido hacia casa, me he quedado aquí dentro dentro, escuchando el suave tintineo de cada gota sobre el metal frío del techo. Es un sonido que hipnotiza, que por un momento me ha llevado a otros lugares. Muchas veces hablamos de silencio como la ausencia de sonido, pero este es estro tipo de silencio, hipnótico, monótono, eterno. Un hipnotismo que me impide moverme, que no me deja salir de aquí, pero quién quiere huir ahora que escucho el canto de las nubes. Quedémonos un poco más.

Inflexiones